Displasia del desarrollo de cadera
Corresponde a un espectro de alteraciones alrededor de la articulación de la cadera en desarrollo, cuya anormalidad pudiera estar en el acetábulo, el fémur proximal y/o las partes blandas adyacentes. Gracias a las Garantías Explicitas en Salud ( GES), en nuestro país por ley, todos los lactantes a la edad de 3 meses deben realizarse una radiografía para evaluar la presencia de displasia en sus caderas. Esto ha permitido disminuir drásticamente las patologías asociadas al no tratamiento temprano de esta enfermedad.
La incidencia de displasia con o sin subluxación es de 1:100 y la de luxación es 1:1000 recién nacidos vivos. En el 60% de los pacientes la cadera afectada es la izquierda, en 20% es la derecha y en el 20% restante es bilateral.
¿Cómo se diagnostica?

Hay factores de riesgo bastante conocidos para que se presente la displasia de cadera, por ejemplo, género femenino, primíparas, partos múltiples, presentación podálica, o antecedentes familiares directos con displasia de cadera. Teniendo en cuenta los factores de riesgo y el examen físico dirigido, se puede sospechar la presencia o no de displasia. En la radiografía de pelvis se evalúa la morfología de las caderas y se miden ciertos ángulos. Otro método diagnóstico es la ecografía, muy útil los primeros meses de vida cuando el molde cartilaginoso aun no inicia la osificación. Tanto radiografía como la ecografía son útiles para realizar un correcto diagnóstico.
¿Cómo se trata?

Detectados a edades tempranas, idealmente alrededor de los 3 meses el tratamiento es ortopédico con el método de Pavlik. Consiste en arnés anterior y posterior para flectar y abducir las extremidades para mantener centrada la articulación coxofemoral y permitir un desarrollo congruente. El uso es de dia y noche por el tiempo que sea necesario para el desarrollo normal de la articulación.
Otra forma de tratamiento es el cojín abductor, sobre todo para displasias leves. Si hay presencia de luxación de cadera el tratamiento inicial a edades tempranas es el arnés de Pavlik, pudiendo requerir a futuro algún tipo de cirugía.
Cuando el arnés no es tolerado, y persiste la displasia cercana al año de edad, pudiera necesitar yesos en ambas extremidades inferiores con yugo, o eventualmente cirugía.
¿Cuál es el resultado?
Sobre el 95% tiene buenos resultados cuando el tratamiento es iniciando a edad temprana y de la forma correcta. En etapas tardías las opciones de tratamiento incluyen yesos en ambas extremidades, o eventualmente cirugías.